sábado, 3 de agosto de 2013

El fuego de los ojos en sueño


Vení pronto,
urgente, volando,
vení ya mismo,
vení corriendo
a través de las llamas,
arrastrando el tiempo,
vení por sobre todo,
perforá las nubes,
licuá el cielo con las uñas,
soplá rutas con dientes apretados,
vení en olas salvajes,
vení tornando lunas en balas,
pero vení,
urgente,
vení montada en gritos de hielo,
pero vení,
vení a morder el tiempo cocido,
lo dejamos en horno de sangres
envenenadas de alegría hasta el latido,
surtidor de deseos más grandes
que nuestras pieles juntas,
porque siempre juntas
y sólo juntas
se pudieron medir,
entonces vení,
con la desesperación de la tormenta,
con el fuego de los ojos en sueño,
pero vos vení.

2 comentarios:

  1. Luego de conocer su vehemencia poética al alma mía no le falta nada.


    MaLena

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  2. Gracias, MaLena.
    Igual pregunte... porque a nuestras almas siempre le andan quedando huecos, ¿vio?

    Un abrazo.

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